viernes, 9 de enero de 2015

Resultado de la investigación de Miñarro sobre el Sudario y la Síndone en la revista LINTEUM


En el último número de la revista LINTEUM que edita el Centro Español de Sindonología (CES) se publica un monográfico sobre las investigaciones que el profesor Juan Manuel Miñarro López ha realizado sobre la compatibilidad entre la Síndone de Turín y el Sudario de Oviedo.

Este número especial de LINTEUM coincide con la reciente celebración del XXV aniversario del Equipos de Investigación del Centro Español de Sindonología (EDICES) y el inicio de sus investigaciones.

Desde 1989 y particularmente a partir de la celebración, en 2007, del II Congreso Internacional sobre el Sudario de Oviedo, la investigación del referido EDICES  se ha centrado principalmente en buscar la posible relación del conocido Hombre de la Sábana Santa con el que podríamos llamar Hombre del Sudario de Oviedo, o lo que es lo mismo si los dos lienzos amortajaron a la misma persona.

Hasta la incorporación al EDICES en 2006 del profesor Juan Manuel Miñarro de la Univesidad de Sevilla, las investigaciones de diferentes autores (Giulio Ricci, Guillermo Heras, Alan Whagner, César Barta...)  se ceñían a comparar las manchas de ambos lienzos sobre planos bidimensionales, dando como resultado coincidencias parciales y poco resolutivas.

Juan Manuel Miñarro a partir del año 2001 comenzó sus reconocidos trabajos de estudio y reconstrucción del Hombre de la Sábana Santa, proyecto en el que colaboró desde el primer día la Fundación Aguilar y Eslava de Cabra (Córdoba). Uno de los aspectos de este novedoso proyecto sería el estudio comparativo del Sudario de Oviedo y la Síndone de Turín y la posibilidad material de que formaran parte de la misma mortaja como señala San Juan en su Evangelio.

El concienzudo trabajo de investigación del profesor Miñarro y que también forma parte de los contenidos del Museo de la Pasión desde 2013, aparece ahora publicado en la revista LINTEUM y en el mismo se evidencia que los focos sangrantes (no las manchas en apariencia superficial y material) son los mismos en ambas telas; que el Sudario de Oviedo y la Síndone de Turín envolvieron en un momento dado, la cabeza del mismo cadáver.
El trabajo de estudio antropológico-forense y geométrico de Miñarro, a partir de antecedentes citados y la recopilación de los datos básicos sobre los dos lienzos, sería desarrollar la verificación de sus rasgos faciales (investigaciones realizadas entre 2006 y 2007); a continuación realizar un estudio crítico y situación del eje de inclinación del rostro respecto a la gravedad, con situación y distancias de puntos cefalométricos (investigaciones realizadas entre 2011-2013), y finalmente, llegar a la comparación Síndone-Sudario con la superposición de ambas y la comprobación de la compatibilidad entre ambos lienzos.

Durante la última y decisiva fase de investigaciones, Miñarro realiza un importante descubrimiento: la forma en que discurre la sangre sobre la superficie cadavérica de la cabeza permite determinar la topografía de un rostro y del resto de la cabeza en el Sudario de Oviedo. Y la información tridimensional de la Síndone de Turín permitió hacer lo mismo, lo que le sirvió para evidenciar que los accidentes topográficos de ambas cabezas se corresponden de un modo casi unívoco.

Esta conclusión final a la que llega el profesor Juan Manuel Miñarrro, hace pensar que ambas reliquias podrían ser los lienzos sepulcrales de Jesús de Nazaret. Los hallazgos presentes en los dos lienzos son convergentes, dándose además el caso de que las reliquias son complementarias, pues cada una de ellas presenta datos que no se encuentran en la otra. El estudio simultáneo de Sudario y Síndone desvela la anatomía topográfica, la antropometría, las facciones del cadáver, incluso la anatomía patológica de las lesiones que sufrió antes de morir y las manipulaciones posteriores del cadáver, hasta la desaparición aún desconocida del cuerpo y la formación de la impronta en la Sábana Santa.

Desde la Fundación Aguilar y Eslava y su Museo de la Pasión, nos congratulamos y felicitamos por la publicación de este importante trabajo de investigación de Juan Manuel Miñarro, que lo convierte en un referente mundial en el campo de la Sindonología.

domingo, 4 de enero de 2015

El Museo de la Pasión en la Guía REPSOL 2015








En su edición de 2015, la reconocida Guía REPSOL ha seleccionado al Museo de la Pasión de Cabra en su sección titulada ´Vuelta al mundo por España` en su apartado dedicado a la provincia de Córdoba. De los once lugares de interés que el viajero no puede perderse conocer en la provincia de Córdoba, figura en un lugar destacado el Museo de la Pasión de Cabra, que permite llevarse a casa una fotografía, no sólo del auténtico Cristo, sino de la Palestina donde vivió y murió. 

Palestina en Córdoba
Museo de la Pasión

El imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro lleva 30 años haciendo Cristos para las hermandades de Semana Santa, tallas que se caracterizan por su gran parecido con el auténtico Jesús, algo que sólo puede conseguir alguien que lo haya visto (difícil) o un experto en el campo de la Sindología, la ciencia que estudia el Santo Sudario o Síndone (palabra latina que deriva del griego sindon, sábana), que es la foto oficial de Jesucristo, la única que reconoce la Iglesia como verdadera. 



Museo de la Pasión

Su pasión por la Pasión ha culminado con la apertura, en febrero de 2013 y en la localidad cordobesa de Cabra, de un museo donde se muestran una réplica fiel de la Sábana Santa, una holografía de la cabeza de Cristo obtenida a partir de la imagen impresa en aquélla, varias tallas en madera de la misma vera testa y también reproducciones de la corona de espinas, de los clavos, de la cruz, de la lanza, de los flagelos e incluso del Santo Sepulcro.


El museo de la Pasión comparte un hermoso edificio del siglo XVII con el Instituto Aguilar y Eslava. Ocupa el sótano, que se usó como refugio durante la Guerra Civil y tiene un aire de catacumba que conviene mucho al asunto. Impecable, la instalación museística, con vídeos y pulcros paneles que informan del contexto histórico y geográfico de la Pasión y que permiten llevarse a casa una fotografía, no sólo del auténtico Cristo, sino de la Palestina donde vivió y murió.