lunes, 29 de abril de 2013

La reliquia de la discordia



POR PACO PALACIOS /ABC CÓRDOBA
21/04/2013


 La Sábana Santa ha sido durante siglos uno de los símbolos sagrados más respetados del cristianismo.

La Fundación Aguilar y Eslava, en Cabra, es la sede de la Delegación en Andalucía del Centro Español de Sindonología, una asociación que tiene como objeto el estudio de la Sábana Santa de Turín y de otras reliquias que puedan ser analizadas científicamente.


-¿Quién es el hombre de la Sábana Santa?
-Ésa es la gran pregunta que ha acompañado al lienzo a lo largo de su historia. La ciencia ofrece indicios y estudios cada vez más esclarecedores pero no puede darnos la respuesta definitiva.

-¿Envolvió el cuerpo de Cristo?
-Podríamos considerar la Sábana Santa como la reliquia de la discordia puesto que al cincuenta por ciento se reparten los detractores y quienes apoyan su veracidad. Se trata sin duda del objeto más estudiado del mundo y un auténtico desafío para la ciencia que todavía no ha logrado encontrar respuesta sobre cómo se hizo esa imagen.

-¿No existe alguna teoría?
-Sólo sabemos lo que no es. No se trata de una fotografía ni de una pintura. Es la imagen del cadáver de un hombre muerto por crucifixión después de sufrir numerosas torturas. Está impresa de forma difusa, sin contornos ni líneas y únicamente se puede interpretar si se ve en negativo. Se comporta justo al contrario que las fotografías normales. No existe otro tejido en el mundo que contenga una impronta de estas características.

-¿Qué preguntas inquietan a quienes la estudian?
-El cadáver fue retirado de la tela antes de que se iniciase el proceso de descomposición. Encontramos el cuerpo de un hombre que fue flagelado, coronado de espinas y crucificado cuando esta serie de torturas en el mismo reo no eran frecuentes entre los romanos.

-¿A qué se refiere?
-Se han contabilizado hasta 120 latigazos en el hombre de la Sábana Santa. Lo azotaron con un látigo llamado «Flagrum Taxillatum», un mango corto de madera con tiras de cuero que llevaban insertadas una serie de bolas metálicas que desgarraban la piel. No se tiene constancia de que fuera habitual entre los romanos semejante grado de ensañamiento en una persona que luego iba a ser crucificada. Flagelación y crucifixión eran dos castigos diferentes que concurrieron en el hombre de la Sábana Santa al que también le impusieron un amasijo de espinas en la cabeza.

-¿Certifica la Sábana Santa lo que nos cuentan los Evangelios?
-Lo certifica con tanta exactitud que el propio Juan Pablo II la llamó «Espejo del Evangelio». La Iglesia no tiene la certeza de que sea una reliquia de la Pasión pero sí reconoce que todos los detalles de la Pasión de Cristo están reflejados en ella.

-¿Cuál es entonces la duda?
-Las pruebas del Carbono 14 datan la Sábana Santa entre 1260 y 1390, establecen pues que es un objeto del siglo XIII o XIV si bien podría argumentarse que la muestra se tomó en la zona que está más dañada y que los arqueólogos no se fían jamás del examen del Carbono 14 para remontarse al origen de un tejido.

-¿Se están realizando nuevos análisis?
-Existe la esperanza entre los científicos de que el Papa Francisco, dotado de la mentalidad jesuita, autorice nuevas investigaciones. Pero nunca llegaremos a la absoluta convicción. Para los creyentes Jesús de Nazaret.


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