jueves, 8 de agosto de 2013

Nuevo relicario del Santo Sepulcro



Gracias a la generosidad de Fray Guiilermo Triano Luna, el Museo de la Pasión de Cabra dispondrá próximamente de una nueva e interesante pieza: un relicario con un fragmento de piedra del Santo Sepulcro de Jerusalén.

El nuevo relicario es una pieza de orfebrería en bronce con pie de madera que aloja en su interior un fragmento de  piedra de varios centímetros procedente del Santo Sepulcro de Jerusalén, lacrado, sellado y con el correspondiente sello de autenticidad expedido por el Custodio y el Secretario General de Tierra Santa, ambos de la comunidad franciscana encargada de los Santos Lugares de Jerusalén.

Se trata de un fragmento de piedra "malaki" tambien llamada "piedra real" original de la Tumba de Jesús. Un tipo litológico de piedra caliza blanca y cristalina gruesa, que se encuentran en las colinas de Judea en Israel y Cisjordania y que se ha utilizado en la arquitectura tradicional de Jerusalén desde la antigüedad, especialmente en el periodo herodiano. 


Este tipo de piedra es también popularmente conocida como "piedra de Jerusalén" y las excavaciones arqueológicas de la segunda mitad del siglo XX han demostrado que en los Santo Lugares que coinciden con el Calvario y el Sepulcro existió una cantera para la extracción de esta piedra caliza, y que cuando se abandonó se utilizó para pequeños huertos y la excavación de tumbas familiares, una de las cuales sería propiedad de José de Arimatea, donde se depositó el cuerpo de Jesús.

La basílica del Santo Sepulcro es un santuario religioso del Cristianismo, situado en la ciudad de Jerusalén que se encuentra bajo la custodia de diversas confesiones cristianas, entre ellas, los greco-ortodoxos, católicos romanos y armenios.

La Fundación Aguilar y Eslava agradece desde aquí al franciscano egabrense Fray Guillermo Triano Luna la cesión de esta interesante reliquia que forma parte de una donación con otras piezas y documentos, que podrán ser vistos en el Museo de la Pasión de Cabra. Y con el reconocimiento a la labor que desde hace siglos hacen los franciscanos en Tierra Santa donde además de atender a los peregrinos y de asegurar el culto en los santuarios, atienden a los católicos de la Tierra de Jesús. 

domingo, 28 de julio de 2013

La leyenda del diluvio y la calavera de Adán


 La historia del arte nos tiene acostumbrados a mostrarnos una calavera humana al pie del Crucificado que el gran público, generalmente, interpreta como un simple símbolo de la muerte, sin percatarse de que en realidad se trata de un símbolo de profundos contenidos teológicos y que fue motivo de controversia entre antiguas leyendas.

Nuestro amigo y colaborador Ángel Urbán, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba (UCO) nos ha remitido una separata de ALFINGE, Revista de Filología de la UCO (nº 11/ Córdoba, 1999) que recoge su artículo titulado: Adán en el anónimo "Liber de ortu te obitu patriarcharum".  Un interesantísimo trabajo que expone el análisis de un tema clásico en la exégesis medieval y el pensamiento de los Padres de la Iglesia: el origen de Adán, la edad con la que murió y el lugar de su sepultura.

Para este análisis el profesor Urbán, toma como referencia un curioso libro sobre el nacimiento y muerte de los patriarcas ("De ortu et obitu patriarcharum") escrito hacia el año 780 y que durante algún tiempo se atribuiría a San Isidoro de Sevilla.



Y es que desde el Génesis, se sabe que Adán fue creación directa de Dios y por tanto carece de genealogía, y también que sería el primer hombre que recibió sepultura en la tierra  al morir con exactamente 930 años, una edad que pasaría a la mayoría de los apócrifos del Antiguo Testamento, siempre con la precisión de que "mil años son como un día para Dios".

Pero el capítulo más interesante de este libro y el que más literatura ha reunido en este tema, sin duda, es el de la sepultura de Adán.


La mayoría de las leyendas medievales suelen desarrollar dos versiones diferentes de esta misma historia. Una que se señala que Adán y Eva fueron enterrados cerca de Hebrón en Palestina, en el mismo lugar que posteriormente serían enterrados los patriarcas de Israel: Abrahan, Isaac y Jacob con sus respectivas esposas. Frente a otra que refiere que la sepultura de Adán se encontraría en  Jerusalén, precisamente en el Monte Calvario también llamado Gólgota, donde moriría siglos después Cristo crucificado.

La primera versión en la que Adán estaría enterrado en Hebrón, es la más aceptada por el pensamiento patrístico (S. Isidoro, S. Agustín...); y que sin embargo, tendría su origen en una confusión de textos del Antiguo Testamento que pasaría a la Biblia Vulgata, que consistiría en lo siguiente: los patriarcas de Israel fueron enterrados en Hebrón, cuando primitivamente se llamaba Villa Arbá, topónimo que se refiere al nombre del "hombre más alto" (gigante: adam maximus) de la tribu de los anaquitas. La confusión vendría porque el término "adam" se utilizaba como genérico de "hombre", siendo tomado en sucesivas interpretaciones como nombre propio (Adán), dando lugar a la leyenda de que Adán (el primer hombre) se encontraba enterrado en el mismo sitio donde posteriormente lo fueron los patriarcas judíos.

La segunda versión, menos erudita, sitúa la sepultura de Adán en Jerusalén, concretamente en el Gólgota o Calvario donde fuera crucificado Jesús de Nazaret, para ello se basó en creencias populares de proveniencia hebrea, que se vieron reforzadas por un claro simbolismo teológico, el muerto en la cruz redimiría con su sangre el pecado del mundo personificado en los restos de Adán y su calavera.

La mayoría de referencias medievales sobre este asunto se reparten entre estas dos leyendas. Pero sucede en la tradición, que este tipo de interpretaciones o leyendas, muchas veces, son contradictorias. En este caso, claramente, la sepultura de Adán en Hebrón excluiría automáticamente que pudiera ser en Jerusalén, y viceversa.



El interés de "Liber de ortu te obitu patriarcharum", según el estudio del profesor Urbán, estribaría en que sería un claro intento de conciliar ambas leyendas recurriendo para ello a un suceso increíble y según el cual, estando enterrados los huesos de Adán en Hebrón, serían las aguas del diluvio universal las que arrastrarían su calavera hasta Jerusalén a lo alto del Monte Calvario. De esta forma el anónimo medieval pretendió crear una nueva leyenda que conciliara las dos anteriores.

Sin embargo, la leyenda del diluvio y la calavera de Adán apenas arraigaría en la tradición cristiana, a pesar de que no suponía nuevas implicaciones o relaciones teológicas (o precisamente por ello).

Así que siendo un intento loable de compaginar que los restos de Adán pudieran pasar de Hebrón a Jerusalén, lo cierto y verdad es que apenas tuvo repercusión en la literatura medieval posterior y aunque pretendió ser un puente entre las leyendas anteriores, solo quedó en una bonita pero olvidada historia...

Salvador Guzmán
 

domingo, 2 de junio de 2013

La Hermandad Universitaria de Córdoba visita el Museo de la Pasión


El pasado viernes 31 de mayo de 2013 recibimos en el Museo Aguilar y Eslava la visita oficial de la Hermandad Universitaria de Córdoba, encabezada por su Hermano Mayor D. Miguel Rodríguez-Pantoja, su Vice-Hermano Mayor, D. Alberto Villar Movellán, ambos catedráticos de la Universidad de Córdoba (UCO); así como el sacerdote D. Fernando Cruz-Conde y Suárez de Tangil, Canónigo Arcediano del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y Rector de la Iglesia del Juramento de San Rafael, templo donde radica esta cofradía cordobesa y donde se ubica la portentosa imagen del Crucificado sindónico obra de Juan Manuel Miñarro López (2010).

El grupo de la Hermandad Universitaria estaba formado por una docena de personas que se desplazaron hasta nuestra ciudad para visitar especialmente el Museo de la Pasión y la exposición ESCULTURA “Del Señor de las Penas al Hombre de la Sábana Santa” de J.M. Miñarro. Los cofrades cordobeses siguieron las explicaciones que el Presidente de la Fundación y Director del Museo, Salvador Guzmán les fue dando sobre la historia del centro educativo así como los pormenores de las piezas expuestas en las dependencias del museo.


A su finalización, el Hermano mayor de la cofradía Universitaria y el profesor Movellán hicieron entrega de unos recuerdos a la Fundación Aguilar y Eslava, entre los que se encuentra un  relicario que contiene unos trozos de cedro del embón en que se talló el Santo Cristo de la Universidad de Córdoba, y que será expuesto próximamente en el Museo de la Pasión.

La Hermandad Universitaria de Córdoba tiene su origen  en 1989 cuando  bendijo a su primera titular, Nuestra Señora de la Presentación. El fallecimiento en accidente de su fundador detuvo el proyecto, hasta que lo retomó un grupo de profesores. En 2006, lograron su aprobación definitiva y unos meses después, el Jueves de Pasión de 2007, salía por primera vez en andas la Virgen de la Presentación, que en 2008 estrenó su paso actual. En 2009 salieron por primera vez los nazarenos. En 2010 se bendijo al Cristo de la Universidad, la impactante imagen de Juan Manuel Miñarro, que salió por primera vez en el Jueves de Pasión de 2011. Y  para el año 2014, tienen previsto participar por primera vez en los días centrales de la Semana Santa Cordobesa.


martes, 21 de mayo de 2013

Nuevos relicarios en la exposición de La Sábana Santa de Sevilla




El pasado miércoles 8 de mayo se presentaban en la Exposición de la Sábana Santa que se está desarrollando en las salas del Antiquarium de Sevilla, tres relicarios que contienen  fibras y trozos de lienzo de la Síndone de Turín.


 El primero de los relicarios perteneció al Cardenal Colonna del siglo XVII (1560-1608), y los otros fueron propiedad de los Papas, Clemente XII (1730-1740) del siglo XVIII y a Benedicto XIV (1740-1758) también del siglo XVIII, ambos sellados con sus correspondientes sellos papales.

En la presentación de estos valiosos relicarios, que corrió a cargo del comisario y productor de la muestra, Álvaro Cruz y del profesor, Juan Manuel Miñarro, se pudieron observar con detalle las reliquias mediante un microscopio óptico, donde se pudieron comprobar las características del Linum usitatissimum, un tipo de lino más fino y caro con un patrón espiga siendo todo esto coincidente con las características de la Sábana Santa, y presentando los restos de tejido un buen estado de conservación.

Esta piezas formaran ahora parte de la muestra y estarán expuestas hasta la finalización de la misma prevista para el próximo 28 de junio, y cabe destacar que son piezas únicas y estarán custodiadas con la debida seguridad.

Al acto asistieron el presidente y miembros del Consejo General de Hermandades, miembros de Hermandades y otros representantes de la sociedad sevillana, además de medios de comunicación.








domingo, 5 de mayo de 2013

LA CALAVERA DE ADÁN AL PIE DE LA CRUZ



Cristo muerto en la Cruz, es la imagen central del arte cristiano. Varía de una etapa a otra, reflejando el pensamiento y el sentimiento de la época en que se realiza y expresando el hecho cristiano por medio de símbolos y alegorías, como sucede en el arte medieval y en el período de la Contrarreforma, o reproduciendo la figura solitaria de Jesús en la Cruz.

La Iglesia primitiva rehuyó el tema: el cristianismo perseguido por los romanos representaba la Crucifixión simbólicamente como el Cordero que representa a Cristo yuxtapuesto a una Cruz; incluso cuando el emperador Constantino aprobó el cristianismo, se seguía representando la Cruz sin la figura de Cristo.  La imagen de la Crucifixión, tal como la conocemos, apareció por primera vez en el siglo VI, pero fue poco frecuente hasta la época carolingia, cuando sus representaciones se multiplicaron en marfiles, trabajos en metal y manuscritos.

Decían los escritores medievales que la Cruz estaba hecha con la misma madera del Árbol del Conocimiento del Paraíso terrenal y que Adán fue enterrado en el mismo lugar en que se produjo la Crucifixión. La calavera que suele verse al pie de la Cruz en muchas pinturas en la Edad Media, el reancimiento, incluso durante el Barroco, alude no sólo al Gólgota, lugar de la calavera, sino al propio Adán. Esta iconografía aparece por primera vez en el siglo IX, y desde entonces se repite en el arte. El simbolismo de la calavera, al pie de la Cruz de la que pendió Jesucristo, se debe a una antigua tradición judeocristiana que suponía que en el monte Gólgota era donde estaba enterrado Adán, hombre por el que entró el pecado y la muerte en el mundo. Este motivo cristiano encuentra su sentido en esta tradición cristiana que explicita que allí donde yacían los restos mortales del primer hombre pecador, se izó la Cruz en la que el Hijo de Dios, Jesucristo, muere inmolado para redimirnos del pecado original y rescatarnos de la muerte, justamente el pecado que cometió Adán, dándonos la vida eterna. Es en el fondo un símbolo del triunfo de la Cruz sobre el pecado y la muerte, y una clara alusión a la Resurrección de Cristo.


Los huesos al pie de la cruz hacen pues, referencia tanto al significado de Gólgota que dieron los evangelistas, esto es, calavera, como a la presencia de Adán bajo el Gólgota, testimoniando una tradición, recogida en el Libro de Adán y Eva de Etiopía y en Cueva de los tesoros, que gozó de gran difusión en la Edad Media, según la cual el primer hombre fue enterrado en el mismo lugar en que iba a ser sacrificado Cristo, donde vería su salvación. En Cueva de los tesoros, se dice que cuando «el Mesías obtuvo la victoria por la lanza, fluyeron sangre y agua de su costado, corrieron abajo hacia la boca de Adán y fue su bautismo y así fue bautizado»; por consiguiente, en los huesos de Adán debe verse la caída y la promesa cumplida de redención.



Durante las excavaciones realizadas por arqueólogos españoles encabezados por Florentino Diez Fernández entre 1976 y 1978, descubrieron en  la cara oriental, a unos 4 metros por debajo de la cima, una cavidad que se correspondería con la Cueva de Adán o gruta de los Tesoros, citada en la literatura apócrifa. Y por los vestigios encontrados (estucos e inscripciones) probablemente sería el lugar de culto más antiguo de los cristianos.




lunes, 29 de abril de 2013

La reliquia de la discordia



POR PACO PALACIOS /ABC CÓRDOBA
21/04/2013


 La Sábana Santa ha sido durante siglos uno de los símbolos sagrados más respetados del cristianismo.

La Fundación Aguilar y Eslava, en Cabra, es la sede de la Delegación en Andalucía del Centro Español de Sindonología, una asociación que tiene como objeto el estudio de la Sábana Santa de Turín y de otras reliquias que puedan ser analizadas científicamente.


-¿Quién es el hombre de la Sábana Santa?
-Ésa es la gran pregunta que ha acompañado al lienzo a lo largo de su historia. La ciencia ofrece indicios y estudios cada vez más esclarecedores pero no puede darnos la respuesta definitiva.

-¿Envolvió el cuerpo de Cristo?
-Podríamos considerar la Sábana Santa como la reliquia de la discordia puesto que al cincuenta por ciento se reparten los detractores y quienes apoyan su veracidad. Se trata sin duda del objeto más estudiado del mundo y un auténtico desafío para la ciencia que todavía no ha logrado encontrar respuesta sobre cómo se hizo esa imagen.

-¿No existe alguna teoría?
-Sólo sabemos lo que no es. No se trata de una fotografía ni de una pintura. Es la imagen del cadáver de un hombre muerto por crucifixión después de sufrir numerosas torturas. Está impresa de forma difusa, sin contornos ni líneas y únicamente se puede interpretar si se ve en negativo. Se comporta justo al contrario que las fotografías normales. No existe otro tejido en el mundo que contenga una impronta de estas características.

-¿Qué preguntas inquietan a quienes la estudian?
-El cadáver fue retirado de la tela antes de que se iniciase el proceso de descomposición. Encontramos el cuerpo de un hombre que fue flagelado, coronado de espinas y crucificado cuando esta serie de torturas en el mismo reo no eran frecuentes entre los romanos.

-¿A qué se refiere?
-Se han contabilizado hasta 120 latigazos en el hombre de la Sábana Santa. Lo azotaron con un látigo llamado «Flagrum Taxillatum», un mango corto de madera con tiras de cuero que llevaban insertadas una serie de bolas metálicas que desgarraban la piel. No se tiene constancia de que fuera habitual entre los romanos semejante grado de ensañamiento en una persona que luego iba a ser crucificada. Flagelación y crucifixión eran dos castigos diferentes que concurrieron en el hombre de la Sábana Santa al que también le impusieron un amasijo de espinas en la cabeza.

-¿Certifica la Sábana Santa lo que nos cuentan los Evangelios?
-Lo certifica con tanta exactitud que el propio Juan Pablo II la llamó «Espejo del Evangelio». La Iglesia no tiene la certeza de que sea una reliquia de la Pasión pero sí reconoce que todos los detalles de la Pasión de Cristo están reflejados en ella.

-¿Cuál es entonces la duda?
-Las pruebas del Carbono 14 datan la Sábana Santa entre 1260 y 1390, establecen pues que es un objeto del siglo XIII o XIV si bien podría argumentarse que la muestra se tomó en la zona que está más dañada y que los arqueólogos no se fían jamás del examen del Carbono 14 para remontarse al origen de un tejido.

-¿Se están realizando nuevos análisis?
-Existe la esperanza entre los científicos de que el Papa Francisco, dotado de la mentalidad jesuita, autorice nuevas investigaciones. Pero nunca llegaremos a la absoluta convicción. Para los creyentes Jesús de Nazaret.


jueves, 4 de abril de 2013

El Hombre de la Sábana Santa en "El Puente de la Luz" de Onda Mezquita TV



"El Puente de la Luz" es un programa de Onda Mezquita TV de Córdoba de periodicidad semanal que se ocupa de todas las áreas de la cultura como la literatura, el arte, el patrimonio, la arquitectura, el teatro, la danza y el cine. Su director y presentador es el periodista Francisco Palacios y a través de reportajes  y entrevistas trata de reflejar la realidad cultural de Córdoba, proyectando su universalidad  y con un claro objetivo divulgativo.
El martes, 2 de abril el protagonista de "El Puente de la Luz" fue el Presidente de la Fundación Aguilar y Eslava, Salvador Guzmán, que fue invitado para hablar sobre El Hombre de la Sábana Santa y el Museo de la Pasión de Cabra.

martes, 12 de marzo de 2013

Crónica del concierto inauguración del Museo de la Pasión


En la tarde del domingo 10 de marzo, Camerata Ipagro de Aguilar de la Frontera, ofrecía un concierto de marchas procesionales original y curioso, con instrumentos de plectro, en un acto organizado por la Fundación Aguilar y Eslava, dentro del programa de actividades con motivo del Museo de la Pasión. La formación musical, dirigida magistralmente por Antonio Moral, acometía un repertorio de marchas procesionales de enjundia, bastante completo y exigente en intensidad y expresividad, que abarcaba desde composiciones sevillanas, cordobesas hasta egabrenses.

Abría el recital la preciosa marcha del maestro Sebastián Valero "Santa María de la Salud", conocida composición de la Semana Santa malagueña. En segundo lugar aparecía en el atril "Virgen del Valle", lánguida e hiriente melodía que se interpretó de forma pausada, muy bien matizada, alcanzando cotas de intensidad realmente conmovedoras.



Le siguió "Soleá dame la Mano", espectacular marcha de fuerte carácter impresionista y nacionalista, de Manuel Font de Anta, y considerada por muchos como la mejor obra musical de la Semana Santa. Para culminar este primer bloque, dos marchas que contaron con la participación de los violinistas Carlos Martínez Arroyo y José Manuel Molina Guarddón: "Virgen de Piedra" y "La Estrella Sublime".

Para conmemorar el centenario del Maestro Rodríguez, el programa incluía dos marchas suyas. La primera fue su ópera prima en este género, "Virgen de Piedra", una composición solemne y fúnebre, que destaca ya en sus iniciales compases con su característica melodía. Fue en el trío final cuando los violines dibujaron la bella melodía de este pasaje, haciendo las delicias del auditorio que asistía así a una versión inédita hasta el momento, realizada por y para el acto en cuestión, como honor y recuerdo a la gran figura musical egabrense que fue d. José Rodríguez López.



Cerraba la primera parte "La Estrella Sublime", popular y alegre marcha de Manuel López Farfán, piedra angular del género de la marcha procesional, para la que su autor ideó en su día -llegándose a estrenar de esta forma- un trío de violines en el trío. Así se acometió en esta ocasión, aunque fuera a dúo. Camerata Ipagro seguía regalando buena música en una tarde desapacible de Cuaresma, con una marcha de brío y gran acento rítmico, culminando de forma emotiva con ese trío final sustentado por las dulces melodías del dúo de violines de Carlos Martínez y Manuel Molina.

En el descanso, tuvo lugar una breve recreación literario-visual que, bajo el nombre de la "Pasión según Miñarro", hizo un recorrido por distintas imágenes del escultor Juan Manuel Miñarro, pilar clave en la instalación del Museo de la Pasión en Cabra. La recreación contó con el texto de José Galisteo Martínez y la voz en la narración de Mª Sierra
 Sabariego Padillo.



"Jesús de las Penas" de Pantión abría el telón de la segunda parte, una composición tensa y sobrecogedora, que fue interpretada con suma delicadeza por los músicos que en todo momento se dejaban embaucar por la sabia batuta de Moral.

A continuación le tocó el turno a "Saeta Cordobesa", con la que se vivieron uno de los momentos más álgidos del concierto. La marcha, obra maestra de Gámez Laserna, de gran armonía y contrapunto, fue ejecutada de forma limpia y ajustada. El famoso pasaje de la saetilla, fue acometido por los violines de Carlos Martínez y Manuel Molina, quienes a dúo dialogaron sublimemente desgranando cada una de las notas de la hermosa y enrevesada melodía, culminando la composición en un glorioso fortísimo junto con el resto de la orquesta.



Le siguió "Amarguras", universal partitura de Font de Anta, de incomparables melodías evocadoras de la Semana Santa. Terminó el concierto en su programa oficial con "Martirio", una gran versión donde el director, Antonio Moral, consiguió contagiar en cada compás a los músicos para que estos pudieran expresar el carácter pesante, doloroso y trágico de la partitura. Sobrecogedores fueron los compases iniciales en un desgarrador fortísimo. Se evidenciaron algunos ritardandos, muy bien marcados por la batuta de Moral, que goza y hace disfrutar a sus músicos especialmente con esta marcha. En el trío, la música se ralentizó nuevamente, con el objeto de que se pudiera apreciar claramente el lamento que el maestro Rodríguez quiso reflejar en este delicado pasaje, como profundo tributo a su hermano fallecido en trágicas circunstancias.

Tras un rotundo aplauso del respetable, se interpretó como bis la marcha descriptiva "María Soledad" de Sebastián Valero. Una obra escrita a modo de poema sinfónico, o poema descriptivo, en el que su autor ilustra con la música el dolor y el sufrimiento de María, incluyendo una parte coral en su parte final, con letra del mismo músico, que fue perfectamente acometida para la ocasión por el Coro de Cámara de la Fundación Aguilar y Eslava, con Mª José Villatoro al frente, poniendo un inmejorable broche al recital.

Terminó así este concierto que se presentaba bajo el título de "Recreación musical de la Semana Santa", donde todos los asistentes pudieron disfrutar de las marchas de siempre, tocadas desde otra óptica, con otra sonoridad a la acostumbrada, en un registro más íntimo y espiritual si cabe.

No quisiera terminar esta crónica sin antes agradecer a distintas personas su colaboración y esfuerzo, especialmente a los músicos invitados, tanto violinistas como coro (ya mencionados con anterioridad) a Antonio Moral, por su talento e ilusión, a José Galisteo, por su implicación, esfuerzo y enorme generosidad en todo, a Mª Sierra, por sus labores de narración en el descanso y a Antonio Ramón Jiménez, por su apoyo incondicional por la cultura y la música en nuestra Semana Santa.


Mateo Olaya Marín

jueves, 7 de marzo de 2013

Exposición de la Sábana Santa en Sevilla



La Sala Antiquarium situada en los sótanos del Metropol Parasol (Las setas) de Sevilla acoge hasta el 28 de junio una nueva edición de exposición sobre la Sábana Santa. Esta exposición sobre la Sábana Santa llega a Sevilla después de nueve meses de éxito en Málaga. El objetivo es dar a conocer "el fundamento científico y evangélico de lo que se podrá ver en las calles durante Semana Santa", como bien resumió el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo,durante su inauguración el pasado martes 5 de marzo. Precisamente, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, presente también el acto de presentación a los medios de comunicación, resaltó la importancia de este evento "referente principal del mundo cristiano en el Año de la Fe" que hasta el 28 de junio potenciará esta ciudad como "destino religioso preferente".



 Son muchos los puntos de vista (histórico, artístico, científico e iconográfico) que ofrece esta cita sobre el lienzo más famoso de la Iglesia Católica. El punto de partida es el hallazgo del sudario (sala 1) por el caballero Geoffroy de Charny y su versión sin las quemaduras de 1523 tan características hoy en día. La siguiente sala exhibe el revelador descubrimiento del negativo oculto que resultó de la primera fotografía realizada por Secondo Pía en 1888. Le siguen los primeros estudios forenses del doctor Pierre Barbet, así como la polémica prueba del carbono 14 -años después invalidada- y el conocido como mandylion y los lienzos en los que se ha reproducido el rostro de Cristo en distintos momentos de la historia.

No faltan alusiones a Los Templarios y a los conocidos estudios de pólenes sobre la Sábana Santa. La Sala de la Condena atesora una de las mayores joyas de la muestra: leptones auténticos de la época de Jesús, es decir las monedas relacionadas con el rito funerario. Comparten espacio con otros elementos más significativos de la Pasión, como reproducciones del casco de espinas, la lanza, el inri, el sepulcro en el que enterraron a Jesús o la cruz en la que fue crucificado. Según el comisario de la muestra, Álvaro Blanco Cruz, los estudios "difieren bastante" de la habitual representación iconográfica de Jesús cargando con la cruz, pues "los reos sólo portaban la parte trasversal del madero".
Las salas 10 y 11 son quizás las más reveladoras. En ellas se presentan las conclusiones de los estudios forenses y científicos respectivamente. Gracias a ellos se conocen datos tan precisos, como que el hombre de la Sábana Santa recibió "250 latigazos de dos hombres situados a 70 centímetros de distancia" -en palabras de Blanco Cruz-, y las similitudes del Síndone con el pañolón de Oviedo.


El epílogo de este recorrido es la reproducción de la Sábana Santa que se custodia en Turín y la sobrecogedora imagen del cuerpo que se obtiene a raíz del estudio de este lienzo, obra del profesor de la Universiad de Sevilla, Juan Manuel Miñarro. "Queremos ofrecer la visión del hombre del siglo XXI para poder explicar este misterio que escapa a la razón y donde llega el corazón", concluyó el comisario de la exposición, a lo que Asenjo añadió que esta convocatoria "prueba que la resurrección es un hecho real". La muestra se podrá visitar de lunes a domingo de 10.00 a 21.00 horas ininterrumpidamente. El precio es de 8 euros para adultos y 6 para menores, con abonos especiales para grupos.


lunes, 4 de marzo de 2013

La Sában Santa de Turín se podrá ver por TV en directo el próximo Sábado Santo


El próximo 30 de marzo, Sábado Santo, tendrá lugar una ostención especial y televisiva, que durara sólo una hora y será retransmitida al mundo por Mundovisión a partir de la señal de la RAI (Radio Televisión Italiana).

La iniciativa se presentó recientemente en el Seminario Diocesano de la capital piamontesa, cerca de la Catedral donde se custodia el Santo lienzo. El arzobispo de Turín y custodio de la Síndone, Cesare Nosiglia, afirmó que esta exposición extraordinaria es parte del Año de la Fe y quiere ser un instrumento de la Nueva Evangelización en cuanto se vale de los medios tecnológicos para llegar más allá del círculo de los creyentes.

Se trata, informa L'Avvenire (diario de la conferencia episcopal italiana) de una idea que surgió el verano pasado y fue aprobada por Benedicto XVI, pues por voluntad del rey Humberto II de Saboya, es la Santa Sede su propietaria actual. La fecha elegida no es casual: en su visita de 2010, el Papa Ratzinger la denominó "Icono del Sábado Santo", en cuanto que es testigo del Cristo muerto y del silencio en que cayó el mundo hasta la Resurrección.

"Hay que escuchar la voz de la Sindone", proclamó monseñor Nosiglia, "escuchar su silencio elocuente, llenar nuestro corazón de una fe que pueda transformar la contemplación de la Sábana Santa en un canto de alegría y un aleluya pascual".

La última ostensión televisiva de la Sábana Santa tuvo lugar en 1973, promovida por el cardenal Michele Pellegrino, justo en los años en que se realizó su estudio científico por miembros de la NASA que permitió descubrir hechos sorprendentes como el carácter tridimensional de la imagen de la tela, algo inexplicable e imposible si se tratase de una obra realizada por la mano humana.


Las últimas ostensiones o exposiciones públicas de la Sábana Santa de Turín, en 2000 y en 2010, duraron cuarenta días y recibieron cuatro millones de visitas.

viernes, 1 de marzo de 2013

VISITA VIRTUAL AL MUSEO DE LA PASIÓN


Visita virtual al Museo de la Pasión

Gracias a la empresa Servinalia y a su responsable Jaime Montes, podemos realizar una visita vitual  del MUSEO DE LA PASIÓN, un impresionante tour de 360º por las áreas que componen este museo y la exposición de escultura de Juan Manuel Miñarro López que se muestra en la sala de exposiciones temporales del Museo Aguilar y Eslava de Cabra (Córdoba).

lunes, 18 de febrero de 2013

La Pasión ya no es una Semana


El pasado fin de semana los egabrenses pudimos disfrutar de un acontecimiento cultural de la categoría y la trascendencia a la que nos tiene acostumbrados la Fundación Aguilar y Eslava. La apertura del Museo de la Pasión respondió a las enormes expectativas creadas desde que se anunciara la fecha de la misma, encontrando un amplio respaldo de la ciudadanía egabrense, el necesario apoyo de la política local y provincial y el esperado eco en los diferentes medios de comunicación locales, regionales e incluso nacionales. 

No era para menos. La primera Semana Santa de la Historia, como acertadamente se ha bautizado desde la organización a este complejo expositivo, merece un reconocimiento global a todos aquellos que lo han hecho posible, desde las instituciones políticas a, cómo no, la Fundación y, por supuesto al artífice primero y último de la misma, el doctor en Bellas Artes e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro, quien, en su disertación, quiso dejar claro que toda la investigación sindonológica que ha dado luz a este museo no es sino la culminación de un proyecto científico que intenta despejar las claves de uno de los enigmas que más literatura han causado nunca: la Sábana Santa de Turín.

Como egabrenses creo que debemos tener claro que este Museo es una aportación maravillosa a nuestras posibilidades turísticas, con la positiva repercusión económica, cultural y social que tienen las mismas. Pienso, igualmente, que tenemos que reconocer la ímproba labor de la Fundación en la conservación, protección y difusión de sus activos culturales y patrimoniales, objetivo de toda institución que se precie pero que pocas persiguen sino es bajo el paraguas lucrativo de sus miembros. Y creo que es de justicia que presumamos del ejercicio común de la Cultura que la Fundación viene auspiciando desde hace ya muchos años. 

Mi aplauso a cada uno de los que han intervenido en la gestación y materialización de esta magna obra, que, como pudimos comprobar el pasado sábado, ni han sido pocos ni ha sido escaso el tiempo dedicado a ello. Y hago valer dicho aplauso porque ya quisieran capitales de provincia cercanas a Cabra disponer de la exposición permanente que hoy presentamos al mundo desde las instalaciones del Museo Aguilar y Eslava. Porque allí, la primera Semana Santa de la Historia cuenta, a través del impacto de lo visual, cómo un hombre fue condenado, torturado y ajusticiado en la cruz hace ya algunos miles de años en la lejana tierra de Jerusalén. Allí, aquel hombre fue envuelto en una sábana dejando su rostro impreso en ella. Un rostro que hoy cruza su mirada con la tuya en el Museo de la Pasión.

En Cabra, por supuesto.


José Manuel Jiménez Migueles

sábado, 16 de febrero de 2013

Miñarro y Cabra



Se inaugura hoy el Museo de la Pasión de Cabra y lo hace con muchas expectativas puestas en lo que va a suponer para nuestra ciudad. Se trata de un proyecto que viene andando desde hace más de una década y que con el esfuerzo y la ilusión que ha puesto la Fundación Aguilar y Eslava con la ayuda de imprescindibles colaboradores, es una realidad. La figura de Juan Manuel Miñarro es decisiva en este Museo de la Pasión que supera las barreras de lo local y se abre al mundo ofreciendo una visión histórica, artística, científica y religiosa de aquellos acontecimientos que marcaron la historia del género humano. 

Junto al Museo de la Pasión y en la primera planta del Museo Aguilar y Eslava, las personas que se acerquen al histórico edificio del Instituto-Fundación que albergó el antiguo Real Colegio de la Purísima desde finales del siglo XVII, podrán contemplar una exposición monográfica de parte de la obra del escultor sevillano Juan Manuel Miñarro López, doctor en Bellas Artes y profesor de la Universidad de Sevilla.


 

Miñarro está vinculado a Cabra por lazos de amistad que compartimos y que surgieron de la mano de su discípulo Salvador Guzmán. Nos ha visitado en no pocas ocasiones, unas veces por razón de sus obras, otras por estos vínculos afectivos. No es menos importante el vínculo que tiene con esta tierra, por ser el autor de las imágenes del Señor de las Penas y del misterio de la Oración en el Huerto que realizó para esta hermandad en los años 1987 y 1988. Fue precisamente hace 25 años, cuando pudimos ver la primera exposición de esculturas de Miñarro. Entonces mostraba algunos de sus incipientes trabajos que ha ido realizando para lugares de todo el mundo, que han acogido su obra con verdadera expectación y que le han granjeado un merecido reconocimiento como imaginero y escultor. 


En Cabra tenemos también la escultura de Solís en el Paseo, que se realizó por suscripción popular y que, junto al resto de su obra, pone de manifiesto su valía como fisonomista y su impronta artística que es atrevida, enérgica y potente. 

El Museo de la Pasión y esta exposición de esculturas de Miñarro "Del Señor de las Penas al Hombre de la Sábana Santa", van a ser con toda seguiridad, las mejores muestras de la vinculación de Juan Manuel con nuestra Ciudad. Sus trabajos sobre la síndone han dado unos frutos que la historia del Arte se encargará de analizar y que, en esta sociedad donde las comunicaciones fluyen a velocidad impensable, quizá no podamos ver aún con la suficiente perspectiva. 



El resultado de tantos años de trabajo, que hemos ido siguiendo paso a paso, podemos contemplarlo y disfrutarlo en esta exposición cuyo título refleja parte de la historia de su obra. Una de las primeras que realizó es la imagen del Señor de las Penas y de la Oración en el Huerto de Cabra, cuyo misterio es también el primero salido de las manos de este impresionante artista. El Hombre de la Sábana Santa es el resultado final de toda una trayectoria investigadora llevada a cabo desde la perspectiva científica más rigurosa y desde la visión artística de un hombre singular y especial que ha marcado ya un antes y un después en la imagineria religiosa. Y esa evolución es la que a partir de hoy podremos ver en Cabra con estas dos muestras que no pueden dejar de contemplarse.



Desde aquella exposición de hace 25 años en Cabra a ésta que hoy abre sus puertas, Miñarro nos muestra lo mejor de sí mismo y a nadie dejará indiferente este recorrido por las emociones plasmadas en sus trabajos, de un artista que refleja en su obra la profundidad de los misterios que el Arte encierra y que solo algunos elegidos han podido desarrollar a lo largo de la Historia. Él es uno de ellos. 

Vengan a verlo. Es para recrearse y disfrutar de las emociones de una exposición que a nadie deja indiferente. De un Museo que supera el tiempo y el espacio y que reúne elementos incuestionables para convertirse en una experiencia única. 

El Museo de la Pasión y esta muestra antológica de Juan Manuel Miñarro López merecen la pena y son una nueva excusa para realizar una visita a Cabra, en el Centro Geográfico de Andalucía.

martes, 12 de febrero de 2013

Joyas bibliográficas en el Museo de la Pasión

Varios volúmenes del fondo bibliográfico de la Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava se exhiben en una de las vitrinas del Museo de la Pasión, formando parte de los contenidos expositivos referidos a aquellos documentos escritos que recogen referencias a Jesucristo.

Las primeras noticias históricas de Jesús se localizan en un texto romano de Plinio el joven. Más tarde, serían los autores Suetonio y Tácito quienes aludirían a su existencia. De Cayo Cornelio Tácito se presenta en latín el libro de los "Annales", en una edición de 1779 impresa en París, cuya etiqueta de catalogación es la siguiente:



Tácito, Cayo Cornelio (c. 55 ? 120)


* C. Cornelii Taciti quae exstant opera; Juxta accuratissimam D. Lallemant editionem.

Parisiis, Apud J. Barbou, vià Mathurinensium. M DCC LXXIX.
[2] p. Avestissement, 534 p.; 17,00 x 10,00 cm. Sig. Top.: 3630.

Esta obra histórica la escribió Tácito entre los años 115 y 117 aproximadamente. Las partes que han llegado hasta nuestros días se refieren a los gobiernos de Tiberio y Nerón. La reseña a Jesucristo la localizamos en el siguiente texto, Anales, XV, 44, que traducido al castellano dice así: "Pero por ningún medio, ni con las larguezas del emperador, ni con expiaciones a los dioses, cedía la infamia y que dejara de creerse que el incendio lo había ordenado él mismo. Para acabar con este rumor, Nerón suministró otros culpables, a los que hizo aplicar los más duros castigos; eran aquellos a los que, odiados por sus escándalos, el vulgo llamaba "cristianos". El autor de este nombre era Cristo, que en época de Tiberio había sido ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Reprimida momentáneamente, aquella perniciosa superstición rebrotaba, y no sólo por toda Judea, cuna de esta calamidad, sino hasta por Roma misma, donde confluyen en masa, y encuentran adeptos, las cosas más atroces y vergonzosas".


Otros de los textos que citan a Jesús de Nazaret, considerados los más importantes de las fuentes judías y rabínicas, son los del historiador Flavio Josefo, un judío al servicio del Imperio romano. Tiene dos citas, siendo la principal el llamado "Testimonium Flavianum", que figura en su libro "Antigüedades judías", una obra escrita en griego hacia los años 93-94 destinada a narrar la historia del pueblo judío. Nuestra joya bibliográfica carece de portada, por lo que desconocemos los datos fundamentales para su localización, aunque seguimos investigando en otros fondos bibliográficos. Nuestra etiqueta de catalogación es la siguiente:


Josefo, Flavio (ca. 37- ca. 100) 


[Falta la portada del libro. Hay hoja manuscrita que pone "Flavio Iosephi / Antiqvitatvm Ivdaicarvm / Libri Sept." La edición es de Sigismundo Gelenio (Praga, ca. 1490 ? 1554). 886 p. [24] Index (llega hasta la letra P.); 32,00 x 23,00 cm. Sig. Top.: 0308.


La referencia a Jesucristo la han señalado con el dibujo de una mano. Traducida del latín dice: "Por aquella época apareció Jesús. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles. Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz, pero los que antes le habían amado le permanecieron fieles en el amor. De él tomaron su nombre los cristianos, cuya tribu perdura hasta el día de hoy".


Por lo que respecta a las fuentes cristianas, los Evangelios cobran principal protagonismo. Estos libros, aunque no sean textos históricos, contienen mucha información relacionada con Jesucristo. En la vitrina del Museo de la Pasión se exhiben tres Biblias, dos de ellas (Nuevo Testamento) son traducciones de Felipe Scio de San Miguel, escolapio español, pedagogo y traductor biblista. La primera es una edición de 1790 impresa en Valencia; la segunda es de 1854 impresa en Madrid, cuyo ejemplar contiene diversas ilustraciones. La otra Biblia, en latín, fue editada en Colonia en el año 1638. En la portada de este ejemplar figura manuscrito que la dona el obispo de Córdoba Marcelino Siuri. Las tres Biblias se corresponden a los siguientes datos de catalogación:



Biblia. Latín
* La Biblia vulgata latina traducida en español, y anotada conforme al sentido de los Santos Padres y Expositores católicos por el padre Phelipe Scio de San Miguel, ex-provincial de las Escuelas Pías, preceptor del príncipe nuestro señor y de los señores infantes, y confesor de la princesa del Brasil infanta de España. Dedicada al rey nuestro señor Don Carlos IV. Tomo II del Nuevo Testamento. Los Hechos y Cartas de los apóstoles, y el Apocalipsis de San Juan.
En Valencia en la oficina de Joseph y Thomas de Orga.
Año de MDCCXC. Con real permiso.
2 p. Advertencia, 810 p., texto a 2 col.; 30,00 x 21,00 cm. Sig. Top.: 3087.

Biblia. Español


* La Santa Biblia, traducida al español de la Vulgata latina y anotada conforme al sentido de los Santos Padres y Espositores católicos, por el Ilmo. Sr. D. Felipe Scio de S. Miguel. Publicada con parecer, exámen y censura de la autoridad eclesiástica. Nuevo Testamento.

Madrid. Gaspart y Roig, Editores, 1854.
718 p. (625 al 670 Tablas cronológicas y del 671 al 718 Índice cosas notables), il.; 28,00 x 18,00 cm. Portada a 2 tintas, texto a 2 col. Serie: Biblioteca Ilustrada (5 v.). Sig. Top.: 1596.

Biblia. Latín


* Biblia Sacra vulgatae editionis Sixti V. Pont. M. Iussu recognita, et Clementis VIII. auctoritate edita.

Coloniae Agrippinae : Sumpt. Haer. Bernardi Gualteri et Sociorum.
1638. Cum Privilegio S. Coesareoe Maj.
876 p., [49] p. Index.; 16,00 x 10,00 cm. 
Texto a dos col. fileteado. Port. grab. calc. Sig. Top.: 2109.
Manuscrito: Es dono Ilustríssimi Domini D. Marcellini Siuri [Obispo de Córdoba, 1717 ? 1731], Colleg. [Compañía de Jesús] Corduv.

De Juan de Palafox y Mendoza, obispo en Puebla de los Ángeles (México) y en Osma, hemos seleccionado el volumen de su extensa obra que dedica a las "Excelencias de San Pedro e Injusticias que intervinieron en la Muerte de Cristo nuestro Bien" (Tomo I, Parte II), en edición impresa en Madrid en el año 1762, cuyos datos de catalogación son:


Palafox y Mendoza, Juan de, Obispo de Osma (1600-1659)


* Obras del ilustrísimo, excelentísimo, y venerable siervo de Dios Don Juan de Palafox y Mendoza, de los supremos consejos de Indias, y Aragón, Obispo de la Puebla de los Angeles, y de Osma, Arzobispo electo de Megico, Virrey, y Capitan General de Nueva-España, etc. Parte II. del Tomo II. Excelencias de San Pedro, e Injusticias que intervinieron en la Muerte de Christo nuestro Bien. Con privilegio del Rey nuestro Señor.

En Madrid: En la Imprenta de Don Gabriel Ramírez, Criado de la Reyna Madre nuestra Señora, Impresor de la Real Academia de San Fernando. Año de M.DCCLXII.
619 p., il. ; 35,00 x 25,00 cm. Sig. Top.: 1442.

También del obispo de Córdoba, Marcelino Siuri Navarro, se muestra uno de los tres tomos que dedica a los estudios evangélicos, en concreto el referido a la vida de Jesucristo. En la portada del libro hay manuscrito su pertenencia al "Colegio de Ntra. Sra. de la Concepción de esta villa de Cabra". Los datos de la catalogación son los siguientes:


Siuri Navarro, Marcelino (1654 ? 1731)


* Tractatus evangelici, qvibvs continetvr exegeticvs commentarivs litteralis singvlorvm verborvm, et sententiarvm qvatvor evangeliorvm. Insvper concordia quatvor evangelistarvm, vbi aparentes occvrrunt antilogiae. Item temporum cronología, ac locorvm graofraphia achúrate explanata. Inde contexta integra historia totius vital dominio Iesv Christi. Indidem ob cohaerentiam virg. Matris cvm filio, cvncta ad ipsa, pertinentia elucidantvur. Ubiqve opinionvm variarvm fundamentis scholastice discvssis, uerios, avt probabilior adstrvtvur, opera, et Studio illvstrissimi domini d. Marcellini Siuri espisopi cordubensis. Tomvs III. Svuerpirorvm permissv. 


Cordubae: Apud Viduam Stephani de Cabrera, per Petrum Arias à Vega;